El Presidente Sebastián Piñera hizo declaraciones públicas este lunes, tras las acusaciones de haber sellado la compraventa de la Minera “Dominga”, situación revelada en el caso “Pandora Papers”, el que expone a distintas figuras a nivel mundial que han recurrido a paraísos fiscales.
Ante estas acusaciones, Piñera dijo que “como es de público conocimiento, desde el mes de abril del año 2009, hace ya más de 12 años, y antes de asumir mi primera presidencia, me desligué absoluta y totalmente de la administración y gestión de las empresas familiares y de cualquier otra empresa en que hubiere participado“, afirmó.
El mandatario declaró que se sometió de forma voluntaria a “un proceso de fideicomiso ciego para la administración de todos los activos financieros, al igual que mi mujer e hijos”.
“A partir de esa fecha, no tuve ningún conocimiento ni información de las decisiones de inversión de las empresas antes mencionadas, las cuales fueron y son gestionadas por sus respectivos directorios y por una administración profesional”, agregó.
Según Piñera “el objetivo de estas decisiones fue precisamente enfrentar candidatura presidencial y la futura presidencia con total y absoluta independencia y autonomía para poder ejercer el cargo de presidente de la República, que es un cargo de 24 horas al día con un solo norte: defender el bien común, defender el interés de todos los chilenos y, por supuesto, respetando siempre la Constitución y la ley“, comunicó.
“La decisión de la administración de esas empresas de vender minera Dominga el año 2010, lo cual no me fue consultado ni informado, fue precisamente para evitar cualquier asomo de conflicto de interés. El no haberlo hecho podría haber originado algún conflicto de interés“, sostuvo.
Ante los hechos expuestos en el reportaje, el presidente sostuvo que “no son nuevos” y que “ fueron investigados en profundidad por el Ministerio Público y resueltos por los tribunales de justicia durante el año 2017. Al terminar esa investigación, la Fiscalía recomendó terminar con la causa, porque la venta se ajustaba plenamente a derecho, por la inexistencia de cualquier delito y haberse declarado judicialmente la inocencia de este presidente de cualquier cargo de la mencionada operación“.
Respecto a una eventual acusación constitucional, la que no fue descartada por diversos parlamentarios de oposición, el mandatario afirmó que “no tiene absolutamente ningún fundamento”.
Al ser consultado por un posible conflicto de interés, Piñera planteó: “¿Como puede haber algún conflicto de interés con una participación que ocurrió y se terminó hace diez años?”, enfatizó el mandatario.