El gobernador de Tarapacá, José Miguel Carvajal, sostuvo una reunión en Caleta Caramucho junto a los representantes de las diferentes caletas del sector sur, en la cual les anunció que “ya están disponibles recursos” para que los vecinas y vecinos del Consejo de Desarrollo Local (CDL) del borde costero de Iquique puedan comenzar a trabajar en el diseño e implementación de un plan piloto de abastecimiento y distribución de agua mediante la instalación de una planta desalinizadora.
La autoridad regional explicó que la iniciativa es inédita, por cuanto el planteamiento de este tipo de proyectos habitualmente se genera a través de instituciones públicas o privadas, y que en esta oportunidad la comunidad decidirá la entidad que estimen conveniente para que los acompañe en la formulación del plan piloto.
Tanto Domingo Marabolí, presidente del CDL del Borde Costero, como Yenny Hernández, presidenta de la junta de vecinos de caleta San Marcos valoraron el anuncio del gobernador regional, destacando su compromiso con ayudarles a resolver el déficit de agua.
Carvajal señaló que son 240 millones de pesos del gobierno regional dispuestos para iniciar el trabajo, los cuales fueron aprobados en la última sesión del consejo regional el martes 26 de octubre mediante la transferencia desde el Fondo de Innovación para la Competitividad Regional (FIC) a la Corporación Regional de Desarrollo Productivo de Tarapacá.
Sin embargo, dicha transferencia de fondos que asciende a mil millones de pesos, en la cual se incluye los recursos para la planta desalinizadora, ha sido puesta en tela de juicio por el ex consejero regional Juan Pablo Ortuño.
Ortuño solicitó un pronunciamiento a la Contraloría para que determine la legalidad del acto administrativo de parte del consejo regional de Tarapacá, en su sesión ordinaria del martes pasado, de aprobar la propuesta de asignación directa FIC 2021 de la millonaria suma a la Corporación Regional de Desarrollo Productivo de Tarapacá.
Ortuño explica que “no se pueden transferir montos sin que éstos estén itemizados, es decir, sin que se indique en qué se van a invertir, puesto que hay elementos financieros que deben respaldar un traspaso de esta índole. Además, el aporte que realice el gobierno regional tiene el límite de los presupuestos de los programas, proyectos y acciones que ejecute la entidad con la cual se asocie, y sólo pueden ser financiados en un 50% de su costo y el otro 50%, deberá ser provisto por otra fuente financiera. En el caso de la planta desalinizadora, si ésta cuesta 240 millones de pesos, sólo podría traspasarse 120 millones de pesos y los otros $120 millones debiera aportarlos el Consejo de Desarrollo Local del Borde Costero de Iquique, o bien, requerirlos a un privado, porque no puede ser una institución pública la que financie el otro 50%”.
Agregó que por ley, la Dirección de Presupuestos establece que proyectos sobre 330 millones de pesos, deben ir a toma de razón, aludiendo a los mil millones traspasados, “y en este caso, si la aprobación del traspaso de recursos del FIC a la Corporación fue el martes 26 de octubre, para hablar de disponibilidad de fondos debe existir primero una toma de razón de la Contraloría”.
Distribución de agua
Desde el gobierno regional indican que una de las dificultades para la distribución de aguas a las caletas del sur de Iquique, es la falta de camiones para cubrir el déficit de recurso hídrico que viven las familias del lugar, constituidas por 2.262 personas.
El municipio de Iquique formuló un proyecto que ya fue aprobado por el consejo regional de Tarapacá, para la reposición de 2 tracto camiones y 2 semi remolques aljibe de 30.000 litros y la adquisición de 1 tracto camión y semi remolque aljibe de 30.000 litros, por más de 478 millones de pesos del fondo regional.
El gobierno regional se encuentra a la espera de la autorización desde el nivel central para ejecutar el proyecto municipal, el cual podría concretarse durante este año.
“Aquí hay un problema crítico, el sistema que implantó el gobierno en su minuto, de agua potable rural, no ha funcionado y estamos enfrentados a una emergencia diaria prácticamente con el recurso hídrico en las caletas”, manifestó el alcalde de Iquique, Mauricio Soria.
Respecto a la planta desalinizadora, el edil señaló que “con el crecimiento de las caletas se hace mucho más difícil la distribución de agua y la solución es que cada caleta tenga una solución individual. Esperamos que esto salga lo más rápido posible”.