Un total de 310 migrantes venezolanos -174 adultos y 136 niños, niñas y adolescentes- han sido trasladados a Santiago para la reunificación familiar, gracias a un trabajo coordinado entre la delegación presidencial regional de Tarapacá, el obispado de Iquique, la iglesia San Antonio de Padua, Caritas Chile, iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días y Carabineros.
Esta semana, informaron desde la delegación presidencial, partieron dos buses rumbo a Santiago con familias que tras permanecer días o semanas en Iquique en condiciones deficientes, sobreviviendo en plazas o el borde costero, fueron catastradas por funcionarios de la delegación y partieron al reencuentro familiar, cumpliendo previamente con el control sanitario y chequeándose además la existencia de ese vínculo familiar.
Los primeros tres traslados se realizaron gracias a la empresa Pullman Bus que asumió esa función humanitaria, sin costo alguno para los migrantes, y ahora se cuenta con el aporte de la iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días que solventará el costo de 10 buses.