El equipo legal de Chile defendió la solidez del pedido a Australia para extraditar a Adriana Rivas, ex agente del régimen de Augusto Pinochet y acusada por la desaparición de siete personas en la década de 1970, durante una vista de apelación que quedó vista para sentencia este jueves.
Según registros, la mujer que hoy en día tiene 68 años, y se encuentra presa en Sidney desde el 2019, integró la brigada de exterminio Lautaro, perteneciente a la Dirección de Inteligencia Nacional, donde ocupó el puesto de secretaria de Manuel Contreras, máximo jefe de esta unidad.
Trent Glover, abogado representante de las autoridades chilenas, explicó que entre los principales motivos para extraditar a Rivas, se encuentran los eventuales de secuestro agravado de Víctor Díaz, subsecretario del Partido Comunista en 1976, y otros seis militantes, entre ellos una mujer embarazada.
Rivas se amparo bajo la ley de Amnistía en Chile, medida que protege a autores, cómplices y encubridores de delitos cometidos en la dictadura de Pinochet.
Respecto a esta ley, Glover aseguró que la interpretación de ese decreto de Pinochet no se aplica a los crímenes contra la humanidad y, por ende, a los de secuestros agravados como en el caso de la ex secretaria de Contreras.
La acusada todavía puede apelar su extradición ante el Tribunal Superior de Australia, pero en esta instancia solo puede alegar supuestos errores de procedimiento.