A partir de las 19:00 horas de este jueves 13 de enero, personal de la municipalidad de Iquique constató que grupos de migrantes comenzaron a instalarse en playa Cavancha para pasar la noche en el lugar. Por lo que el alcalde Mauricio Soria envió un oficio al delegado presidencial regional de Tarapacá, Miguel Quezada, solicitando hacer uso de la fuerza pública para desalojar a dichas personas.
“Esta situación se da porque sigue habiendo un descontrol en nuestra frontera. Siguen entrando personas y se desconoce su situación de salud y antecedentes. Ahora están en nuestro balneario, lo que puede generar un problema sanitario que podría perjudicar a cientos de familias iquiqueñas que acuden a la playa”, declaró el jefe comunal.
La solicitud, además, da a conocer la preocupación de que no sólo se agrave la situación sanitaria y de seguridad pública que actualmente existe, sino también que “Iquique se transforme en una verdadera zona de sacrificio”.
Desde el municipio indicaron que en 2019, un total de 8.048 inmigrantes arribaron de forma irregular a Chile, llegando a 16.848 en 2020 y sólo hasta septiembre de 2021, iban 33.503 según datos de la Policía de Investigaciones.
El municipio también aludió a cifras entregadas por el Servicio Jesuita a Migrantes, las que indican que desde noviembre de 2021, cerca de 500 migrantes venezolanos cruzan a diario por pasos no habilitados desde Bolivia a Chile, realidad que preocupa a la Agencia de la ONU para los Refugiados que evidencia una creciente llegada de niños, niñas, adolescentes, embarazadas y personas mayores.
El alcalde Soria expresó que “necesitamos que exista un desalojo inmediato, no sólo en playa Cavancha, sino en todo el borde costero y, además, que estas personas sean trasladadas a los refugios que están dispuestos para ser alojados, ya que no pueden seguir acampando en nuestras plazas, parques y otros espacios públicos.
Cabe recordar que el jefe comunal acordó con el concejo municipal solicitar una audiencia con el presidente Sebastián Piñera para exigir medidas adecuadas de control fronterizo y dar solución a la actual crisis sanitaria, migratoria y de seguridad pública por la que está atravesando Iquique. Hasta ahora, la petición no ha tenido respuesta.