El Delegado Presidencial Regional de Tarapacá, Daniel Quinteros, participó en una reunión de trabajo en el Ministerio de Relaciones Exteriores, tras la invitación del director general de Asuntos Consulares, Inmigración y de Chilenos en el Exterior, embajador Rodrigo Donoso.
La invitación tenía el objetivo de que el delegado expusiera la situación de los migrantes venezolanos, aprovechando la presencia del representante especial conjunto de la Agencia de la ONU para los Refugiados, Acnur, y de la Organización Internacional para la Migración, OIM, para los Refugiados y Migrantes de Venezuela, Eduardo Stein.
En su exposición, el delegado presidencial precisó que Tarapacá es una región transfronteriza que ha sabido convivir con la migración.
Sin embargo, criticó que en el último tiempo ha visto una política fallida en materia migratoria, una política que no ha sabido hacerse cargo ni de los derechos humanos de las personas que migran ni de los derechos humanos de los pueblos que habitan el altiplano o de la comunidad de las ciudades de Iquique y Alto Hospicio.
En ese ámbito, señaló que durante los dos últimos años la región se ha convertido en la puerta de entrada del flujo venezolano.
Junto con lo anterior, el delegado criticó que también han experimentado la privatización de la respuesta humanitaria, al tener una solución que es altamente costosa e ineficiente, que no cumple con estándares mínimos ni de habitabilidad, protección ni de integración respecto a las personas que migran.
La autoridad regional aseguró que Tarapacá es una región históricamente abandonada por el Estado en muchas materias y que por lo tanto no han existido las capacidades para hacerse cargo de la gestión, del circuito, del flujo ni de los albergues.