Gendarmería llevó a cabo un operativo de allanamientos masivos en diferentes recintos carcelarios a lo largo del país como parte del Plan Nacional de Seguridad Penitenciaria Contra el Crimen Organizado, obteniendo resultados destacados. Durante la operación, se registraron 5.197 reclusos en 30 unidades penales distintas, logrando la incautación de cerca de 700 armas y 300 celulares.
En este exitoso operativo, el personal penitenciario confiscó 729 armas blancas, lo que representa un contundente golpe a la seguridad dentro de las cárceles. Asimismo, se decomisaron 321 celulares, que son elementos prohibidos en estos recintos por su potencial para cometer delitos desde el interior de las prisiones.
Adicionalmente, durante los allanamientos, se incautaron 2,7 kilos de sustancias ilícitas, entre ellas cannabis, pasta base, cocaína y tussi.
El operativo fue ejecutado por 1.979 funcionarios de Gendarmería, destacando la importancia de estas acciones para mantener una mayor seguridad en los establecimientos penitenciarios y prevenir posibles incidentes.
El director nacional subrogante de Gendarmería, Víctor Provoste, resaltó que durante este año han realizado nueve operativos masivos, igualando la cantidad llevada a cabo durante todo el año anterior.
Por su parte, el subsecretario de Justicia, Jaime Gajardo, enfatizó que estos allanamientos son fundamentales para mantener una adecuada gobernanza en los establecimientos y asegurar una mayor seguridad tanto para los funcionarios como para los internos. Además, se busca evitar que los elementos prohibidos pongan en riesgo la seguridad de los recintos y se cometan delitos hacia el exterior.
Las autoridades también informaron que durante este año se han registrado siete fugas de internos, dentro de un flujo aproximado de 50 mil presos.
