En la jornada del lunes, el presidente Gabriel Boric puso discusión inmediata a la reforma a la Ley Zamudio, medida que obligará a la Cámara de Diputadas y Diputados a despachar la iniciativa en un plazo de seis días.
El fundador de Movilh, Rolando Jiménez, consideró que “con esta medida el Ejecutivo está dando la urgencia que merece a una reforma que ha avanzando con lentitud en la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara”.
El dirigente valoró la medida y espera que se traduzca en una reforma robusta, que responda a las necesidades de quienes son discriminados. Además, exigió que la discusión inmediata “vaya de la mano de una nueva ley que contribuya a terminar con la impunidad de quienes discriminan y que se traduzca en justicia real para las víctimas”.
Jiménez añadió que “es muy probable que la reforma pase a Comisión Mixta, por lo que con la discusión inmediata lo esperable es que se transforme en ley a más tardar en marzo de este año”.
Entre otros, se espera que la reforma a la Ley Zamudio contemple la creación una institucionalidad anti-discriminatoria cuyos objetivos sean ayudar legal y psicológicamente a las víctimas, generar políticas públicas preventivas de la discriminación y supervigilar la aplicación de la ley, entre otras.
También que elimine el artículo 6 de la Ley respecto a la imposibilidad de impugnar leyes o sentencias discriminatorias y que elimine el artículo 12, el cual multa al denunciante de la discriminación si es que el tribunal resuelve que no hubo un acto de exclusión. Esta sanción solo desmotiva las denuncias.
Asimismo, esta iniciativa incorpora un artículo que obligue a indemnizar el daño moral y material causado a las personas o grupos de personas afectadas por discriminación. Esto considerando que en la actualidad, las multas van con cargo al fisco, lo que también desmotiva las denuncias.