En el marco del Día Internacional de la Mujer, el Servicio Civil reveló un hito significativo: el año pasado finalizó con un total de 182 mujeres designadas a través del sistema de Alta Dirección Pública, marcando un récord del 41% de todos los nombramientos.
Este incremento, según el director nacional del Servicio Civil, Felipe Melo, no solo beneficia a las mujeres al asegurar sus derechos en la esfera de la dirección pública, sino que también es una ganancia para el Estado en su búsqueda por recuperar la confianza ciudadana en las instituciones públicas.
El aumento en la participación femenina en estos roles directivos es destacable comparado con el sector privado, donde la presencia de mujeres en directorios de empresas alcanza solo el 15%. Además, Chile supera el promedio de la OCDE, situándose en un 41% de mujeres en cargos de Alta Dirección Pública, mientras que países como el Reino Unido, Italia y Francia están por debajo.
El Servicio Civil impulsa diversas iniciativas para promover el liderazgo femenino, incluido el programa de mentoría +Mujeres y campañas de sensibilización en redes sociales. Estas acciones buscan motivar a las mujeres a postular a cargos de responsabilidad y desarrollarse profesionalmente en el ámbito público.
Testimonios de altas funcionarias públicas resaltan la importancia de la diversidad de género en la Alta Dirección Pública. Marta Cabezas, Superintendenta de Electricidad y Combustibles, anima a las mujeres a atreverse a postular, mientras que Loreto Wahr, directora de la Dirección de Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas, enfatiza el valor de aportar nuevas perspectivas al servicio público.
Alda Schiappacasse, Directora de la Tesorería Regional Santiago Oriente, destaca las características especiales de las mujeres, como la empatía y el trabajo en equipo, que enriquecen cualquier equipo. En tanto, Daniela Triviño, Vicepresidenta Ejecutiva de JUNJI, subraya la capacidad de hombres y mujeres para ocupar estos roles directivos y llama a seguir avanzando hacia la igualdad de oportunidades en el desarrollo del país.
En resumen, el aumento en la participación de mujeres en cargos de Alta Dirección Pública en Chile es un paso importante hacia la equidad de género y la representatividad en las instituciones públicas, contribuyendo a fortalecer la confianza ciudadana en el Estado y promoviendo un liderazgo diverso y eficaz.
