En una reciente intervención, el ministro de Seguridad Pública, Luis Cordero Vega, se refirió a las metas y estrategias a corto plazo para enfrentar la creciente preocupación por la seguridad en Chile. Según Cordero, el país tiene dos objetivos centrales en materia de seguridad: reducir los delitos violentos y disminuir los elevados índices de temor entre la población.
Cordero explicó que, aunque se suele poner el foco en los homicidios, el país también enfrenta un número considerable de robos violentos, particularmente en algunas zonas urbanas.
“El robo violento y los delitos contra la propiedad son la principal preocupación en muchas comunas, lo que impacta significativamente en la vulnerabilidad de las personas”, comentó el ministro.
Uno de los grandes desafíos que destacó el ministro es la alta tasa de temor en la población chilena, que se encuentra entre las más altas a nivel mundial. A pesar de una leve disminución en el último año, los índices de temor continúan siendo un grave problema para la convivencia y calidad de vida de los ciudadanos.
Cordero subrayó que, en el corto plazo, la estrategia se enfocará en mantener y fortalecer las intervenciones operativas que las fuerzas policiales ya están llevando a cabo, centrándose en barrios específicos de alta conflictividad.
También enfatizó que, para lograr una reducción de los delitos violentos, es necesario recuperar espacios públicos y abordar integralmente los hogares afectados por el tráfico de drogas y la posesión de armas.
En ese sentido, mencionó la importancia de políticas públicas como el programa “Somos Barrio”, impulsado por algunos alcaldes, que busca fortalecer la presencia del Estado en lugares conflictivos.
Cordero concluyó señalando que la seguridad es una responsabilidad del Estado y que las metas de reducción de delitos violentos y de los índices de temor deben ser consideradas como objetivos nacionales, no solo de la administración actual, sino de un esfuerzo continuo por parte del gobierno y las autoridades locales.