Computadores, teléfonos móviles, microondas, televisores en mal estado y otros forman parte de la llamada “basura electrónica”, considerada por diversos organismos como “todo dispositivo alimentado por la energía eléctrica cuya vida útil haya culminado”, que sea “incapaz de cumplir la tarea para la que originariamente fueron inventados y producidos”, y que “puedan ocasionar graves impactos al medio ambiente y poner en riesgo la salud humana”.
Y hoy, la Universidad de las Naciones Unidas (UNU) entregó un informe que detalla la cantidad de basura electrónica emitida por país y habitante en el mundo, señalando entre otros, que en 2014 se generaron 41,8 millones de toneladas.
El documento indica que el 60% de los desechos tecnológicos se relaciona con pequeños electrodomésticos de cocina y baño, un 7% teléfonos móviles, computadores, impresoras y otros aparatos, y que muchos contenían recursos, como oro y minerales avaluados en 52 mil millones de dólares. Aún así, sólo un 17% de esa basura es reciclada.
Entre los países que más basura generan se encuentran Estados Unidos y China, quienes producen el 32% de lo generado en el mundo con 7 mil y 6 mil toneladas, respectivamente.
En cuanto a la basura generada por habitante, Noruega se mantiene al tope con 28kg de basura electrónica al año, seguido por Suiza e Islandia. En Latinoamérica, Chile es el país que más desechos libera por persona, con 9,9 Kg al año, seguido por Uruguay (9,5 kg), México y Panamá (8,2 kg).
Chile también se posiciona como uno de los 40 países con más emisiones de chatarra electrónica, entre otros seis de la región. Sin embargo, junto a Brasil es el único en Latinoamérica que aún mantiene una normativa pendiente.
De acuerdo al estudio, que considera 54 categorías de basura electrónica, para el año 2018 se alcanzarán 50 millones de toneladas.