A través de videoconferencia se concretó este martes la toma de declaración en calidad de testigo de la presidenta del Tribunal Constitucional (TC), María Luisa Brahm, ante la fiscal jefe de Alta Complejidad Centro Norte, Ximena Chong, quien fue designada para investigar presuntas irregularidades en el organismo.
La declaración de Brahm -quien aceptó la invitación de la persecutora a dar testimonio- es una de las primeras pesquisas desarrolladas por Chong tras la denuncia penal interpuesta por la diputada del Partido Comunista (PC) Carmen Hertz, quien acusa un eventual cohecho y prevaricación en conductas de jueces y abogados por la dilación -supuestamente intencional- de causas de Derechos Humanos que llegaron hasta el TC.
La indagatoria surgió luego de que la propia Brahm, en una entrevista, señalara que “antes de que yo llegara había causas detenidas en el TC por mucho tiempo, al límite de la corrupción”.
La presidenta del Tribunal Constitucional planteó también que había un negocio de abogados en torno a las actuaciones del TC, lo que podría formar parte del interrogatorio que se llevó a cabo hoy.
El foco de la Fiscalía está en revisar los procesos al interior del organismo y si pudo existir un retraso, de forma intencionada, de alguna de las causas que allí se tramitan y bajo qué pretexto.
Las declaraciones de Brahm generaron fuertes roces al interior del organismo, que se vio tensionado también la semana pasada luego de que se filtrara el audio con una intervención que realizó en el pleno el ministro José Ignacio Vásquez, en el que señalaba que tras esta situación “el TC no se vuelve a levantar” y sugería que Brahm debía dimitir.