El senador por la región de Arica y Parinacota, José Miguel Insulza lamentó la decisión del gobierno boliviano de suspender la prueba técnica con carga de ida y retorno del Ferrocarril de Arica a La Paz (FCALP), accediendo con ello a la presión realizada por diversos gremios del transporte carretero, que iniciaron bloqueos de las rutas principales del vecino país en contra de esta operación del tren binacional lanzada el 5 de mayo pasado, tras 16 años de suspensión de labores.
La prueba técnica consistía en que 16 carros tirados por una locomotora llegarían hasta Visviri transportando bobinas de fierro, desde donde otra locomotora movilizaría la carga hasta la ciudad de Oruro. La locomotora de Ferroviaria Andina transportaría desde Santa Cruz los 16 carros cargados con soya y los entregaría en Visviri a su par chileno, para que trasladase este granel vegetal al puerto de Arica.
El parlamentario dijo que “es muy lamentable esta suspensión, justo un 13 de mayo cuando el FCALP cumple 108 años. Ha sido más de un siglo de operaciones entre Chile y Bolivia, cumpliendo Chile un compromiso suscrito en el Tratado de Paz y Amistad de 1904. Bolivia recibió el tren como compensación por la pérdida de acceso territorial al mar, luego de la Guerra del Pacífico. Hoy que Chile intenta facilitar ese acceso con la activación del ferrocarril y favorecer el desarrollo del comercio exterior, nos sorprende esta decisión de no continuar, cuando Bolivia siempre ha pedido la reanudación de las operaciones del tren”.
Insulza hizo un llamado a FCALP, a la Empresa Portuaria Arica y al concesionario portuario TPA S.A., “a continuar el trabajo exitoso que realizaron en este intento de llevar el tren con carga a Bolivia. La primera parte en el tramo chileno, con las bobinas de fierro hasta Oruro, se cumplió con creces. Eso quiere decir que hay una capacidad operativa eficiente en el puerto de Arica, que es capaz de asumir nuevos desafíos en función del comercio exterior de Bolivia. Esperemos que esta suspensión sea momentánea y que se pueda retomar al más breve plazo, porque no perjudica a nadie”.
Agregó que las cifras del movimiento del puerto de Arica indican que “hay carga para ambos modos. Hay que recordar que el transporte carretero y el ferroviario convivieron en Arica hasta el 2005, cuando la compañía que administraba el tramo chileno quebró. La carga no pertenece en exclusividad a los camioneros bolivianos. Hoy existen exportadores e importadores bolivianos que quieren usar el tren y debe operar aquí la libre competencia y la posibilidad de elegir. El puerto anualmente mueve 2 millones 300 mil toneladas de carga boliviana. El ferrocarril podría transportar sólo 300 mil toneladas y el resto lo tiene el modo carretero”.
El parlamentario anunció que hará gestiones en la Cancillería, para que inste a su par boliviana a continuar con la prueba técnica del tren, dado que la reactivación de sus operaciones ha sido una demanda constante de Bolivia a Chile y que está en función del cumplimiento del Tratado de 1904.