El Tribunal Oral en lo Penal de Iquique, dictó este martes 29 de junio las sentencias condenatorias contra un guardia de seguridad acusado por la Fiscalía del Tamarugal por su participación en el ataque sexual reiterado a una niña de 7 años de edad al inicio de los hechos.
La primera sentencia condena a Ricardo Alvarez Garzón por el delito de violación reiterada a sufrir la pena única de 7 años de presidio, las medidas accesorias legales de inhabilitación absoluta perpetua para cargos y oficios públicos y derechos políticos y la inhabilitación absoluta para profesiones titulares mientras dure la condena y el pago de las costas de la causa.
El sentenciado deberá cumplir además la pena de interdicción del derecho de ser guardador de menores, de ser oído como pariente en los casos que la ley designa, y a sujeción a la vigilancia de la autoridad por el plazo de 10 años desde que cumpla la pena principal; y a la inhabilitación absoluta, por el término de 10 años, para cargos, oficios o profesiones ejercidas en ámbitos educacionales o que involucren una relación directa o habitual con personas menores de edad.
Además se condenó a Álvarez Garzón por el delito de abuso reiterado a la pena de 4 años de presidio, junto con las medidas accesorias legales de inhabilitación absoluta perpetua para cargos y oficios públicos y derechos políticos y la inhabilitación absoluta para profesiones titulares mientras dure la condena.
También se le condenó por el delito de producción de material pornográfico infantil a la pena 800 días de presidio, accesorias legales de inhabilitación absoluta perpetua para cargos y oficios públicos y derechos políticos mientras dure la condena.
E igualmente recibió una condena por el delito de almacenamiento de material pornográfico infantil a la pena de 61 días de presidio y la accesoria de inhabilitación para cargos y oficios públicos mientras dure la condena.
El fiscal (s) Javier Gutiérrez explicó que entre los años 2015 y 2017 aproximadamente, al interior de un domicilio ubicado en la comuna de Pozo Almonte, el acusado Ricardo Alvarez Garzón aprovechaba los momentos en que se encontraba sólo con la víctima para realizarle tocaciones de carácter sexual y luego violarla en reiteradas ocasiones, grabando y almacenando algunos de estos ataques, así como también guardando otros materiales pornográficos infantiles en pendrives y en un notebook.
En el juicio la Fiscalía presentó los testimonios de la víctima, de sus padres y de los compañeros de trabajo del acusado que encontraron casualmente fotografías y videos de los ataques sexuales, denunciándolo a la policía y desencadenándose la investigación y detención del imputado.
También funcionarios y peritos de la Brigada de Delitos Sexuales de la Policía de Investigaciones dieron cuenta de las diligencias realizadas, en especial el análisis del material pornográfico encontrado en los dispositivos incautados, el que se estableció correspondía en parte a los ataques realizados a la víctima y además a grabaciones descargadas de internet.
La Fiscalía estaba solicitando penas que suman en total 29 años de presidio para el acusado por los cuatro delitos.