La Mañana por Paulina

    China insiste en que el coronavirus se originó en Estados Unidos

    La teoría que afirma que el virus puede haberse filtrado de un laboratorio del Ejército norteamericano ha sido promovida repetidamente por funcionarios chinos y medios estatales desde marzo de 2020.

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    Mientras Beijing lidia con un brote cada vez mayor de la variante Delta, una teoría de la conspiración que vincula el origen del coronavirus con las Fuerzas Armadas de Estados Unidos ha ganado una renovada tracción en China.

    La teoría, totalmente infundada, que afirma que el virus puede haberse filtrado de un laboratorio del Ejército de EE.UU., ha sido promovida repetidamente por funcionarios chinos y medios estatales desde marzo del año pasado.

    Pero durante la semana pasada, Beijing ha redoblado su apuesta por esa teoría de la conspiración, movilizando a sus diplomáticos y su vasto aparato de propaganda para pedir una investigación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre el Instituto de Investigación Médica de Enfermedades Infecciosas del Ejército de EE.UU. en Fort Detrick, Maryland.

    La campaña se produce después de que Beijing rechazara la propuesta de la OMS el mes pasado. El estudio incluiría auditorías de laboratorios y mercados en Wuhan, el epicentro original de la pandemia. Eso ha provocado la ira de Beijing, con un alto funcionario de salud chino acusando a la OMS de “ignorar el sentido común y desafiar la ciencia“.

    La OMS publicó un informe inicial de su estudio sobre los orígenes del coronavirus en China en marzo, concluyendo que la teoría de la fuga de laboratorio era “extremadamente improbable“. Pero un número creciente de naciones y científicos occidentales han cuestionado la minuciosidad del informe original, acusando a China de “negar el acceso a datos y muestras originales y completas“.

    ¿Qué ha dicho Estados Unidos?

    A fines de mayo, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ordenó a las agencias de inteligencia estadounidenses que redoblaran sus esfuerzos para investigar cómo se originó el coronavirus, incluida la posibilidad de que surgiera de un accidente de laboratorio.

    Se requirió que la comunidad de inteligencia informara a Biden en 90 días. Desde entonces, no ha surgido ninguna prueba irrefutable que apoye la teoría de la fuga de laboratorio, y muchos científicos continúan creyendo que es más probable que el virus haya saltado naturalmente de los animales a los humanos. Por ahora, los altos funcionarios de inteligencia dicen que están genuinamente divididos entre las dos teorías.

    Beijing ha rechazado enfáticamente la idea de que el coronavirus podría haberse filtrado de un laboratorio en Wuhan, alegando que Washington está intentando politizar sus orígenes. Y, sin embargo, al mismo tiempo, también está impulsando agresivamente una teoría de la conspiración de fuga de laboratorio sin ninguna evidencia científica.

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