Ante el aumento desmedido de población migrante que ha ingresado por la frontera Chile-Perú, producto de la crisis en Venezuela, la municipalidad de Arica decretó Emergencia Comunal. Esta acción busca mitigar el impacto de esta crisis en la ciudad, en materia de salud, acción social y prevención en seguridad pública.
Según explicó el alcalde de Arica, Gerardo Espíndola, “como municipio podemos atender los flujos migratorios comunes de la frontera; sin embargo, el crecimiento excesivo que vivimos hoy, supera todas nuestras capacidades provocando una emergencia comunal”. Indicando que esto no sólo se ve desde las posibilidades del municipio en la atención de usuarios, sino también en las capacidades de la ciudad, que ve afectada su funcionamiento producto de esta grave crisis.
Señaló que el municipio de Arica lleva años desarrollando un fuerte trabajo en materia migratoria y que hoy la situación es crítica. Claro ejemplo de esto, es lo que ocurre en la salud primaria, que ha aumentado sobre un 100% el número de usuarios migrantes y cuyos costos de atención no son cubiertos por el ministerio de Salud, sino que sólo por el municipio.
Entre las acciones que contempla esta declaratoria de emergencia comunal de carácter humanitario, están los cambios en el quehacer municipal de unidades como la Dirección de Prevención y Seguridad Humana, que producto de la contingencia, está reasignando sus funciones al resguardo de espacios públicos y coordinación de desalojos, para lo cual se establecerá un protocolo que resguarde la integridad de quienes se toman dichos espacios, así como la coordinación para albergues y/o traslados hacia el destino.
En tanto, la Oficina de Derechos Humanos, trabaja con fuerza en la entrega de apoyo a las personas que se han visto vulneradas en sus derechos, producto del tráfico de migrantes y trata de personas, donde son muchas veces lo niños y niñas, quienes sufren los mayores riesgos. “Continuaremos con el trabajo que venimos desarrollando hace 5 años con organismos internacionales para el auxilio de refugiados, sobre todo hoy, donde nos encontramos en las calles incluso a lactantes y mujeres embarazadas prontas a dar a luz”, explicó Espíndola.
El alcalde indicó que es clave que el resto de los servicios públicos funcionen en coordinación para atender esta crisis migratoria y que impacte lo menos posible en la funcionalidad de la ciudad. “Esto es responsabilidad del Estado de Chile y su ausencia, no sólo en la respuesta, sino que en la prevención de lo que está ocurriendo hoy en el norte del país, resulta altamente alarmante”, sentenció.
Finalmente, Espíndola hizo un llamado al gobierno a que declare Estado de Emergencia para las regiones del norte del país y que permitan enfrentar con mayor rapidez y con recursos del estado central, esta situación que golpea a las ciudades y poblados altiplánicos.