La Asamblea Abierta de Migrantes y Promigrantes de Tarapacá denunció que el refugio para migrantes habilitado en la playa Lobito, al sur de Iquique, no ha resuelto la situación que está viviendo la población venezolana en tránsito migratorio por Chile.
En un comunicado, AMPRO indica que “la ha empeorado, sin regularizar el estatus migratorias de las 200 familias, que incluye 70 niños, niñas y adolescentes, en un campamento alejado de la ciudad, sin alimentación, agua, asistencia en salud, ni posibilidad de trabajar para solventar sus necesidades elementales”.
Recuerdan que la población venezolana viene huyendo de la pobreza, el hambre y la vulneración sistemática de derechos, convirtiéndose por su magnitud, en la primera a nivel mundial en desplazamiento forzado y solicitudes de refugio.
En este contexto, AMPRO indica que Chile no estaría cumpliendo con los acuerdos de protección internacional ratificados, “poniendo barreras administrativas e incluso modificando el reglamento de la Ley de Refugio para dificultar su tramitación”.
Indicaron que desde las primeras reuniones con autoridades y organizaciones no gubernamentales internacionales, hicieron ver que el albergue de playa Lobito no reunía los requisitos mínimos de protección, principalmente por encontrarse en una zona alejada de la ciudad, de todos los servicios y fuentes de trabajo, sin transporte público y, por tanto, alejado de la ayuda que las organizaciones podrían brindar.
Advirtieron además que este campamento puede transformarse en una instancia previa de posibles expulsiones colectivas, “ilegales según el derecho internacional”.
Denunciaron que las organizaciones de la sociedad civil de migrantes y promigrantes son las que han solventado la alimentación diaria de las familias que residen en el albergue de playa Lobito, con apoyo de algunas fundaciones y organizaciones no gubernamentales.
En este punto, mencionaron que el gobierno no está proveyendo agua y que ACNUR se limita a entregar un galletón y un jugo al día por persona, y que la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), que provisto alimentación en otros refugios, no ha sido convocada en Lobito.
Por último, concluyen señalando que “como este campamento no tiene las condiciones mínimas para garantizar la estadía de esta población, algunas personas han decidido regresar a pie a la ciudad”.
