La mesa política del conglomerado Apruebo Dignidad de Arica y Parinacota emitió una declaración en la cual expresaron su repudio a los hechos de violencia “que se han incrementado dramáticamente en el último tiempo en nuestra región y el norte del país”.
Expresaron su solidaridad con los vecinos y vecinas que día a día viven situaciones de violencia y delincuencia, sin recibir el resguardo ni apoyo de los representantes regionales del gobierno central.
Mencionan que a la a la inseguridad se suma el desamparo en el cual se han visto enfrentadas las instituciones del Estado por la ingobernabilidad mostrada en la administración de la derecha chilena. En este punto, criticaron al delegado presidencial regional Roberto Erpel, “quien frente a esta crisis vivida no afronta la situación y la desidia con la que se enfrenta el brote de Covid-19 con su variante Ómicron, al recortarse los recursos económicos y humanos destinados a controlar la pandemia, provocando incapacidad de realizar trazabilidad de los contagios, falta de residencias sanitarias, filas interminables para realizarse un PCR”. Igualmente, no compartieron la decisión del delegado Erpel de tomar vacaciones en este escenario.
En el documento también condenaron la ausencia de políticas públicas eficientes y oportunas para abordar la creciente ola migratoria que ha derivado en situaciones de hacinamiento, desesperación y desamparo de personas que migran a Chile por pasos no habilitados, en condiciones inhumanas y que son presa fácil de bandas de tráfico de personas, desconociendo las obligaciones que imponen los tratados internacionales ratificados por Chile en la materia.
El conglomerado político expresó también que “todo lo anterior se combina en una compleja y preocupante sensación de desprotección y descontrol total, legado del gobierno liderado por Sebastián Piñera, que es el caldo de cultivo perfecto para la exacerbación de expresiones de racismo, xenofobia y aporofobia.
Concluyeron señalando que la seguridad es prioritaria para las familias que quieren recuperar los barrios, por lo que habría que dotar de mayor eficacia a las policías en las denuncias y fortalecer los aspectos culturales de vida comunitaria para quitarle las calles a la delincuencia y al narco también.
Finalmente, exigieron al gobierno de Piñera y sus autoridades regionales a cumplir sus deberes hasta el último día de su mandato en cuanto a seguridad y combate a la delincuencia, salud y control de la pandemia.
Figuran como firmantes Convergencia Social, Partido Comunista, Revolución Democrática, Federación Regionalista Verde Social, Izquierda Libertaria, Izquierda Cristiana y Acción Humanista.