El Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Arica condenó a Juan Miguel Soto Araya a la pena de 7 años de presidio efectivo, en calidad de autor del delito consumado y reiterado de estupro. Ilícito perpetrado en diciembre de 2020, en la ciudad.
En fallo unánime, el tribunal –integrado por los magistrados Óscar Huenchual Pizarro (presidente), Héctor Gutiérrez Massardo (redactor) y Mario Reyes Trommer– aplicó, además, a Soto Araya las accesorias legales de inhabilitación absoluta perpetua para cargos y oficios públicos y derechos políticos y la inhabilitación absoluta para profesiones titulares mientras dure la condena; más el pago de las costas del juicio.
Asimismo, el tribunal impuso al sentenciado las penas especiales de interdicción del derecho de ejercer la guarda y ser oídos como parientes en los casos que la ley designa; la sujeción a la vigilancia de la autoridad durante los 10 años siguientes al cumplimiento de la pena principal, y la inhabilitación absoluta temporal para cargos, empleos, oficios o profesiones ejercidos en ámbitos educacionales o que involucren una relación directa y habitual con personas menores de edad por el lapso de siete años.
El tribunal dio por acreditado, que en el trascurso de diciembre de 2020, la víctima, una adolescente de 16 años, se encontraba en un programa de desintoxicación en un centro ubicado en el sector de Cerro Sombrero de la ciudad de Arica.
En dicho contexto, Soto Araya, en el desempeño de sus labores como sicólogo y abusando de la vulnerabilidad y adicción a las drogas de la menor, al interior de la oficina que utilizaba en el recinto, realizó actos de connotación sexual con la víctima, a quien le solicitó que le practicara sexo oral y accederla carnalmente.
Según explicaron en el juicio, a cambio el hombre le ofrecía dosis de clonazepam u otros medicamentos. Acciones que se realizaron en forma reiterada mientras la victima permaneció en el programa, hasta finales de diciembre de 2020.