La Superintendencia del Medio Ambiente dictó medidas provisionales contra el Pub Azotea y el bar Hell, ambos locales ubicados en calle Baquedano, por superar la norma de ruidos en horario nocturno.
Tras denuncias ciudadanas, la superintendencia fiscalizó y comprobó que en el caso de Pub Azotea se registraron hasta 68 decibles en horario nocturno, lo cual supera en 23 decibeles el máximo permitido por la normativa. Mientras que en el caso de Hell Street Bar, se registraron hasta 81 decibles, es decir, 36 decibeles por sobre la normativa.
Al respecto, Valeska Muñoz jefa (s) de la Oficina Regional de Tarapacá explicó que en estos casos existen vecinos denunciantes, además todos los ruidos se producen en la noche.
“Un horario donde las personas requieren descansar, sobre todo muchas personas mayores. Como la superación de la normativa es alta es crucial la dictación de medidas provisionales. Estas comenzaron a regir el viernes 10 de junio, ya que durante el fin de semana el ruido es mayor y afecta más a la comunidad”.
La medida provisional consiste en prohibir la utilización de aparatos que hagan uso de los sistemas de reproducción y amplificación del local, hasta que no se encuentren implementadas plenamente un total de 3 medidas solicitadas.
Las medidas que se solicitan a ambos pubs, a implementar en un plazo de 10 días hábiles, son: Instalar un dispositivo limitador de frecuencias, elaborar un informe técnico de diagnóstico de problemas acústicos y un segundo informe con todas las mejoras propuestas, apoyado por el profesional que lo elaboró.
Por su parte, el superintendente del medio ambiente (s), Emanuel Ibarra se refirió respecto a este caso, donde señala lo importante destacar que, si pub Azotea y Hell Street Bar no cumplen con las medidas solicitadas, la Superintendencia puede solicitar la detención de funcionamiento del establecimiento al Primer Tribunal Ambiental.
En ese sentido, la autoridad agregó que estas medidas se solicitan de forma urgente y preventiva, debido a que la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha advertido que la contaminación acústica nocturna tiene efectos en la salud como fatiga, desempeño cognitivo disminuido, depresión, aumento de incidencia de enfermedades virales, accidentes, diabetes, obesidad y enfermedades cardiovasculares, entre otras.