De acuerdo a las cifras reportadas por el Banco Central (BC), el flujo de la Inversión Extranjera Directa (IED) entre enero y mayo de este año alcanzó los US$ 9.603 millones. Asimismo, la cifra acumulada es un 60% superior al promedio histórico de la serie 2003-2022 y está un 17% por sobre el promedio del último quinquenio (US$$8.228 millones).
Según informó el diario La Tercera, la agencia de promoción de la Inversión Extranjera InvestChile destacó que solo en mayo de este año la entrada de capitales alcanzó los US$1.837 millones, cifra muy superior a la anotada durante mayo de 2021, cuando se registró una salida de US$648 millones. Dicho monto superó los US$ 1.168 del promedio de los últimos 12 meses.
No obstante, pese a estas cifras, el flujo de los primeros cinco meses del año marcó un retroceso de 11% en relación al mismo período de 2021, cuando la Inversión Extranjera Directa alcanzó los US$ 10.839 millones. En tanto, según InvestChile este resultado fue explicado por la alta base de comparación, “motivada por el inusual flujo de US$ 5.283 millones ingresado en febrero de 2021, relacionado con operaciones de adquisición”.
Además, según detalló la agencia el componente más importante del flujo en el período fue la reinversión de utilidades, con un registro de US$3.953 millones. Por su parte, las participaciones en el capital registraron un monto de US$3.233 millones y los instrumentos de deuda, US$2.417 millones.
En tanto, sobre las cifras reportadas por el Banco Central, el ministro de Economía, Nicolás Grau, señaló que son una demostración de que la inversión extranjera “no se ha detenido en el país”, y reconoció que “aún existe mucho camino para avanzar en materia de inversión y coordinación público-privada”.
Asimismo, según el titular de Economía explicó “las cifras dan muestra de la capacidad de Chile más allá de operaciones puntuales para volver a atraer de forma regular inversión en montos superiores a los que teníamos antes de la pandemia”.
En este sentido, Grau aseguró que lo anterior “no solo es un reflejo de la imagen que Chile tiene ante los inversionistas, sino también de la confianza que las compañías internacionales tienen respecto de nuestro desarrollo en el mediano y largo plazo, y su ánimo para reinvertir y ampliar sus operaciones en el país”.