En el marco de la publicación de un informe internacional del organismo de derechos humanos, Safeguard Defenders, la Embajada de la República Popular China admitió haber instalado un centro en Chile, pero descartó que se trate de un “cuartel policial secreto”, asegurando que la iniciativa buscaba dar “servicios a chinos en territorio chileno”.
La publicación de Safeguard Defenders asegura que hay 54 “estaciones de servicio” instaladas en 30 países, incluyendo una en Viña del Mar.
“Con respecto a la supuesta ‘estación de la policía secreta china en Chile’ mencionada en dicho informe, en realidad, es un centro de servicio de chinos en el extranjero. Dada la distancia entre China y Chile y el tráfico afectado por la pandemia, gran cantidad de ciudadanos chinos en Chile no pueden regresar a China a tiempo para servicios como la renovación de su carné de identidad y la licencia de conducir. Como solución a estas dificultades particulares, autoridades municipales de origen en China han abierto una plataforma de licencias en línea”, señalaron desde la embajada china.
En el lugar, se puede advertir que no ocurre ninguna actividad relacionada al gobierno chino y que actualmente luce como una bodega. Además, un letrero indica que la propiedad cuenta con vigilancia las 24 horas, pero cercanos aseguran que la casa pertenece a una empresaria china avecindada en la región.
Al ser requerida la verificación de dicha dirección, la embajada indicó que “no es una oficina física sino una plataforma digital y que están indagando si el servidor computacional que brinda tales servicios está en esa ciudad”.
Por su parte, Safeguard Defenders indicó que estas “estaciones de servicio en el extranjero” se establecen principalmente para realizar una serie de tareas aparentemente administrativas para ayudar a los chinos en su comunidad de residencia en el extranjero, “pero también tienen un propósito mucho más siniestro y totalmente ilegal”, ya que mediante “operaciones de persuasión” buscarían coaccionar a los sospechosos de hablar en contra del régimen chino para que regresen a casa.
Ante estas acusaciones, la embajada china se defendió, manifestando que dicho informe “está lleno de especulaciones subjetivas y mentiras, lo que en nombre de los llamados ‘derechos humanos’, glorifica a los fugitivos sospechosos de corrupción como ‘víctimas’, tolerando y encubriendo de esta manera los delitos de corrupción, lo que está totalmente en el lado opuesto de la justicia y el Estado de Derecho”.