El magistrado Juan Pablo Ramírez acogió la petición, tras valorar la manifestación de voluntad de la adolescente, en orden a adecuar los registros oficiales a su identidad de género y los informes presentados.
“Esta es una solicitud que ingresó en forma personal, la primera que se ve en este tribunal. Se citó a audiencia. Se siguieron todos los requisitos legales que exige la ley 21.120”, explicó el magistrado, tras la audiencia.
Añadió que hubo preocupación antes de la audiencia, “vimos lo que se estaba haciendo en otros tribunales y se trató de hacer de la manera más respetuosa, respetando su dignidad y de manera expedita con la idea que fuera un ámbito agradable, sin apurarla, pero que entendiera que era muy importante su opinión, que era un trámite judicial que no le iba a implicar un gravamen y en hacerla sentir cómoda en la audiencia”.
La joven, quien asistió a la audiencia con su abuela, contó que “en un principio fue difícil, porque no sabía cómo identificarme o de qué forma hablar de quien soy. Al principio pensé que, como me gustaban los hombres, era gay, pero después fui investigando más sobre todo esto y ahí supe que soy trans. A los 13 años asumí que era una mujer y lo sentí como más propio, como si fuera realmente yo”.
“Al principio me costó mucho decirle a mi familia, porque no sabía cómo era su pensamiento o me daba miedo como podían reaccionar. Pero un día le hablé a mi abuela y ella me dijo que sabía todo, que sentía que yo era diferente. Ella siempre me ha apoyado, me da fuerzas para seguir y poder expresarme”, agregó.
Sobre la audiencia que acogió la solicitud que le permite adecuar su identidad a los registros oficiales, la adolescente dijo la enfrentó feliz y nerviosa a la vez, “porque nunca pensé que iba a ser tan rápido y que me iban a tratar tan bien, como la persona que soy”.