La Cumbre del Clima COP27 de Sharm el Sheij quedó inaugurada formalmente este domingo con la elección del nuevo presidente de la misma, el ministro de Exteriores egipcio, Sameh Shukri, quien prometió que esta reunión será “un punto de inflexión a la hora de lograr una acción multilateral colectiva”, en medio de una creciente alarma por los fenómenos meteorológicos extremos.
“Hemos sufrido a lo largo de este año acontecimientos (meteorológicos) dolorosos. Todos estos episodios representan una lección que debe ser aprendida”, declaró Shukri. La COP27, que reunirá el lunes y martes a unos 120 jefes de Estado y de gobierno, se perfila como un escenario de batalla entre los países ricos y pobres acerca de la financiación de ese combate contra el impacto del cambio climático.
Los desastres climáticos y el desabastecimiento energético han creado “tensiones políticas que han tenido un profundo impacto en todos nuestros países”, alertó el ministro egipcio, quien agregó que este encuentro no cesará en sus esfuerzos para obtener resultados tangibles, puesto que ya “es hora de moverse de la fase de la negociación a la de implementar los compromisos” adquiridos.
Debate sobre aportes de los países ricos
El diplomático egipcio insistió en su discurso de apertura en los mismos temas que la organización lleva pidiendo desde hace semanas: que la situación climática global requiere “una urgente acción internacional” y que la crisis política y económica vigente no “debe desviar los esfuerzos globales para enfrentar el cambio climático”.
Por su parte, en una breve alocución inicial, el presidente saliente de la COP26, el británico Alok Sharma, apuntó que en el año transcurrido desde el cierre de la reunión de Glasgow hubo muchos “avances”, con pasos “históricos y esperanzadores”. “Para todos los escépticos respecto al cambio climático mi mensaje es claro: por tan frustrante que pueda ser, el sistema de acción (establecido por la COP) está funcionando”, dijo.
La cumbre también relanzará el debate sobre los 100.000 millones de dólares que los países en desarrollo deberían recibir anualmente de los países ricos, mediante préstamos o donaciones, para luchar contra el cambio climático. La inclusión de este punto era una demanda de los países más pobres, especialmente vulnerables a las consecuencias del cambio climático, frente a las reticencias de los países ricos, históricamente los grandes emisores de gases de efecto invernadero.
La COP27 se celebrará desde este domingo hasta el día 18 en Sharm el Sheij, ciudad en el sur de la península del Sinaí que se ha blindado para esta ocasión y donde se espera que reciba a más de 40.000 asistentes, en la que cree que será la cumbre climática con más participantes en la historia.
Comienza en Egipto la COP27 para relanzar el combate climático
La presidencia del encuentro quedó en manos del ministro egipcio de Exteriores, Sameh Shukri, quien prometió que buscará pasar de la negociación a la de implementación.