Esta semana se dio a conocer el último reporte de Transparencia Internacional que mide la percepción de la corrupción en el mundo. El Índice de Percepción de la Corrupción (IPC) reveló que Chile (66) retrocedió un puesto en comparación con el periodo analizado el año anterior, pasando del 28 al puesto 29.
Cabe recordar que mientras mejor sea la ponderación de un país en el ranking, su nivel de percepción de este tipo de delitos es menor. La medición abarcó un total de 180 naciones a nivel global, destacando Dinamarca, Finlandia y Nueva Zelanda como las mejores ponderadas.
De acuerdo al informe, “la tendencia mundial al debilitamiento de los sistemas judiciales está reduciendo la rendición de cuentas de los funcionarios públicos, lo que permite que prospere la corrupción”.
Según el reporte, los países latinoamericanos que sus ciudadanos perciben como más limpios son Uruguay, Chile y Costa Rica, con 73, 66 y 55 puntos, respectivamente, los únicos tres por encima de los 50 puntos, según este índice.
En ese sentido, el informe destaca a Chile como un “país a observar”, considerando que aunque “continúa teniendo una posición destacada en el Índice por la fortaleza de sus instituciones democráticas y altos niveles de transparencia, su puntaje ha caído significativamente desde 2014, perdiendo su liderazgo regional”.
En el reporte se explica que esto “ocurre luego de que trascendieran varios casos de corrupción con alto impacto que involucran a figuras importantes de casi todos los partidos políticos principales y muchas de las instituciones más relevantes del país, y pone de manifiesto deficiencias estructurales en la prevención de la corrupción, así como una escasa respuesta en cuanto a sanciones”.
Pese a lo anterior, la organización no gubernamental afirma que este año Chile tiene una oportunidad única de marcar una diferencia en la lucha contra la corrupción e incluso frenar el crecimiento del crimen organizado si se aprueba la ley de registro de beneficiarios finales y se implementan las recomendaciones de la Comisión de Integridad Pública y Transparencia.
“También es necesaria la implementación efectiva de la Primera Estrategia Nacional de Integridad, la modernización en áreas clave para prevenir, investigar y sancionar la corrupción, y el fortalecimiento de los gobiernos subnacionales”, indican desde Transparencia Internacional.