Siempre y cuando el tiempo acompañe y el cielo esté despejado, la luna más grande y brillante del año podrá ser vista durante la noche del jueves (31.08.2023), en un evento astronómico poco frecuente que algunos medios han calificado como la “superluna azul”, la combinación entre una superluna y una luna azul.
Cuando se habla de superluna, esto significa que el satélite terrestre posicionará su órbita más cerca de la Tierra de lo habitual, específicamente a 357.344 kilómetros de distancia, el punto más cercano a nuestro planeta en 2023, y destacará por su gran tamaño y su intenso brillo.
“Será una superluna. Las publicaciones utilizan diferentes umbrales para decidir qué lunas califican como ‘súper’, pero todas coinciden en que en 2023 las dos lunas llenas de agosto califican”, afirmó la NASA en un comunicado.
La primera superluna de 2023 se produjo en julio. La cuarta y última será en septiembre.
Una luna azul, que no es azul
No obstante, se trata de la segunda luna llena en un mes -la primera fue el 1 de agosto-, razón por la que recibe el nombre de azul, aunque nada tiene que ver con el color, así que quien pretenda observar una luna teñida quedará probablemente decepcionado.
La nueva definición de la luna azul (en inglés Blue Moon) “fue introducido por la revista Sky & Telescope en 1946”, agregó la NASA. Antes de eso, se solía hablar de luna azul cuando se producían cuatro lunas llenas en lugar de tres durante una estación del año.
Las lunas azules son fenómenos poco habituales, ya que las lunas llenas suelen ocurrir solo una vez al mes, aunque “ninguna de estas definiciones tiene que ver con el color de la luna, por lo que la luna azul no se verá realmente azul”, añadió el informe.
Una luna traidora
Es posible que la definición de la luna azul sea un error de traducción relacionado con antiguas festividades religiosas cristianas. Según la NASA, la primera referencia a este fenómeno se encontró en un panfleto publicado en 1528 que decía en inglés antiguo: “the mone is blewe”.
“Algunos escritores especulan que ‘blue’ (azul en inglés) viene de ‘belewe'” que significaba “traidor” en inglés antiguo, mientras que “mone” sería “moon” (luna en inglés). Por lo tanto, la frase podría haber significado “la luna es traidora, y que el nombre hace referencia a cómo una luna extra en una estación confundía o ‘traicionaba’ las fechas de Cuaresma y Pascua”, señaló la publicación de la agencia espacial.
Próxima superluna azul -o traidora- será en 2037
Se calcula que una luna azul ocurre en promedio cada dos años, aunque no siempre es así. La última ocurrió en agosto de 2021 y la próxima será en 2026. No obstante, la combinación de los conceptos, es decir, la superluna azul, es un evento astronómico aún más raro, el cual no volverá a ocurrir hasta el 2037.
El astrónomo italiano Gianluca Masi, fundador del Proyecto Telescopio Virtual, ya había intentado observar la primera superluna a principios de mes, pero las nubes estropearon sus planes de transmitir en directo. Ahora, Masi espera que esta vez el cielo esté más despejado para poder captar la superluna azul brillando sobre la Basílica de San Pedro del Vaticano.
Si el tiempo lo permite, los observadores y aficionados a la astronomía podrán observar este fenómeno astronómico con sus propios ojos.
Por qué la luna azul de este jueves no debería llamarse así
El concepto de superluna azul combina una superluna, cuando el satélite se acerca a la Tierra, y una luna azul, que sucede cuando dos lunas llenas ocurren en el mismo mes, pero nada tiene que ver con el color.