Este martes, el presidente Gabriel Boric utilizó una atribución presidencial otorgada por la Constitución para convocar extraordinariamente a la Cámara de Diputadas y Diputados con el objetivo de acelerar la salida de la reforma de pensiones.
La medida fue tomada para sortear la semana distrital en la Cámara Baja, que habitualmente se celebra en la última semana de enero, y que había sido resistida por el Partido Republicano, poniendo en riesgo los planes del Gobierno de despachar la reforma dentro del mes.
El oficio ya ha sido ingresado a la secretaría y será informado durante la sesión de hoy a los parlamentarios. Aunque esta atribución no tiene un día específico establecido, la presidenta de la Cámara Baja definió que la discusión de la reforma se llevará a cabo este miércoles 29 de enero. Las autoridades anticipan una jornada maratónica de al menos 9 horas de debate y votación, similar a lo ocurrido durante la tramitación del proyecto en las comisiones respectivas.
La convocatoria fue bien recibida por los partidos oficialistas y algunos de la oposición, quienes respaldaron la decisión de acelerar el proceso. Sin embargo, la medida recibió críticas del candidato republicano a la presidencia, José Antonio Kast, quien acusó al presidente Boric de utilizar la facultad presidencial con fines políticos-electorales, afirmando que “los tiempos políticos para el presidente Boric no son los tiempos de Chile”.
Kast consideró que esta atribución extraordinaria debería ser utilizada solo en casos excepcionales como guerra, inmigración ilegal o seguridad, temas que, según él, actualmente afligen a los chilenos.
El Gobierno, por su parte, mantiene su enfoque en la urgencia de esta reforma, que busca garantizar pensiones más dignas para los chilenos, y sigue adelante con su tramitación en un contexto político y social complejo.