Durante la madrugada de este lunes 21 de abril, el Vaticano confirmó el fallecimiento de Papa Francisco (88), de nombre secular Jorge Mario Bergoglio, quien había sufrido varias complicaciones de salud los últimos días.
En un vídeo grabado en la capilla de la Casa Santa Marta, el cardenal Kevin Farrel, camarlengo de la Santa Romana Iglesia, informó que “el Papa Francisco ha muerto a las 7.35 horas de hoy, el obispo de Roma ha vuelto a la casa del padre, su vida entera ha estado dedicada servicio del Señor y de su Iglesia y nos ha enseñado el valor del evangelio con fidelidad, valor y amor universal y en manera particular a favor de los más pobres y marginados”.
“Con inmensa gratitud por su ejemplo como discípulo del Señor Jesús recomendamos el alma del Papa Francisco al infinito amor misericordioso de Dios Uno e trino”, agregó.
Jorge Mario Bergoglio nació en Buenos Aires el 17 de diciembre de 1936, hijo de emigrantes piamonteses. Mario, su padre, era contador, empleado en ferrocarril. Su madre, Regina, se ocupaba de la casa y de la educación de los cinco hijos.
Tras diplomarse como técnico químico, eligió más tarde el camino del sacerdocio al entrar en el seminario diocesano de Villa Devoto.
El argentino, primer papa americano, fue sometido en su juventud a una ablación parcial de un pulmón y desde 2022 se desplazaba en silla de ruedas y con bastón las pocas veces que se le vio de pie.
A su vez, el líder de la Iglesia Católica fue ingresado por primera vez al hospital Gemelli de Roma el 14 de febrero del año en curso. Tras ser sometido a diversos exámenes, se anunció que presentaba un cuadro clínico complejo de salud debido a una infección polimicrobiana junto a una neumonía bilateral.
En los últimos años tuvo numerosos problemas de salud, entre dolores en la rodilla y la cadera, una inflamación del colon y principalmente, sus dificultades respiratorias.
En febrero pasado su salud empeoró y terminó hospitalizado en “estado crítico” en el Hospital Gemelli de Roma, lo que le obligó a suspender indefinidamente todas sus actividades como líder de la Iglesia Católica.
Cinco semanas después fue dado de alta y saludo a sus fieles en uno de los balcones del Hospital Gemelli de Roma, donde estuvo hospitalizado por una aguda neumonía. Pese a que ya estaba de regreso en la Ciudad del Vaticano, los médicos le prescribieron dos meses de descanso.
Además, el pontífice tuvo su última aparición pública durante el domingo al recorrer la Plaza de San Pedro en Roma a bordo del papamóvil tras la misa de Pascua, saludando a los fieles presentes, a pesar de seguir en recuperación tras una reciente neumonía.
Durante su mensaje de Pascua, leído por un colaborador debido a su estado de salud, el pontífice denunció la grave situación en la Franja de Gaza, calificándola como una “crisis humanitaria indigna”.
Además, la autoridad eclesiástica exigió un alto al fuego, la liberación inmediata de rehenes y el ingreso de ayuda para la población afectada por el conflicto.
Francisco también expresó su preocupación por el alza del antisemitismo a nivel global, defendiendo el respeto a la libertad religiosa y de pensamiento como condiciones esenciales para la construcción de la paz.
Con 88 años y aún convaleciente, el Papa quiso participar activamente en la jornada más significativa del calendario cristiano. Tras su mensaje, se trasladó en el papamóvil por la plaza vaticana, donde fue ovacionado por miles de fieles, incluso bendijo a varios niños que fueron acercados por miembros de seguridad.
Debido a su fallecimiento, la Iglesia Católica tendrá que preparar un cónclave para definir al sucesor.