El humo blanco que emergió desde la Capilla Sixtina confirmó este jueves que la Iglesia Católica tiene nuevo Papa. Se trata del cardenal Robert Francis Prevost, de 69 años, convirtiéndose en el primer pontífice de la Orden de San Agustín y el segundo americano en la historia, tras el argentino Jorge Mario Bergoglio.
Nacido el 14 de septiembre de 1955 en Chicago, Illinois, Prevost es hijo de Louis Marius Prevost, de raíces francesas e italianas, y de Mildred Martínez, de ascendencia española. Con una sólida formación académica en matemáticas, filosofía y teología, ingresó al noviciado agustino en 1977 y fue ordenado sacerdote en Roma en 1982.
Su camino pastoral lo llevó tempranamente a Perú, donde sirvió durante más de una década en misiones de formación y acompañamiento en zonas como Trujillo y Piura.
Allí desempeñó diversos roles: prior, director de formación, profesor en seminarios, vicario judicial y párroco en comunidades vulnerables. En 1999 fue elegido Prior Provincial de su orden en Chicago y, en 2001, Prior General de la Orden de San Agustín, cargo que ocupó durante dos mandatos.
Prevost regresó a Perú en 2014 cuando el Papa Francisco lo nombró administrador apostólico de la diócesis de Chiclayo, y luego obispo titular. En 2018 fue electo vicepresidente segundo de la Conferencia Episcopal Peruana y asumió cargos de liderazgo en áreas como educación, cultura y economía dentro de la Iglesia.
Su ascenso en la Curia Romana fue acelerado. En 2023 fue nombrado prefecto del Dicasterio para los Obispos y presidente de la Pontificia Comisión para América Latina. Ese mismo año fue creado cardenal y participó activamente en el proceso sinodal, acompañando al Papa Francisco en sus últimos viajes y en las dos sesiones de la Asamblea General Ordinaria del Sínodo sobre la Sinodalidad, en 2023 y 2024.
Prevost también integró diversos dicasterios clave del Vaticano, como los de Doctrina de la Fe, Iglesias Orientales, Clero, Vida Consagrada, Evangelización, Educación y Cultura, Textos Legislativos y la Pontificia Comisión para el Estado de la Ciudad del Vaticano. El pasado 6 de febrero, fue promovido al orden episcopal con el título de la Iglesia Suburbicaria de Albano.
Durante la última hospitalización del Papa Francisco, presidió un rosario por su salud en la Plaza de San Pedro, el 3 de marzo. Hoy, tras la elección en el cónclave, asume la guía de la Iglesia Católica con una mezcla de experiencia pastoral en América Latina, liderazgo en Roma y una profunda impronta agustiniana.