Organizaciones de derechos humanos comienzan a proyectar uso de la ex cárcel de Arica como sitio de memoria

Al primer ciclo de talleres dictado por la antropóloga Loreto López, llegaron el alcalde de Arica, Gerardo Espíndola, la seremi de Justicia, Camila Rivera, la seremi de las Culturas, de las Artes y del Patrimonio, Kateryn Garzón, y el jefe regional del Instituto Nacional de Derechos Humanos, Miguel Peralta, así como representantes de la sociedad civil organizada.

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A 50 años del golpe de Estado en Chile, la cárcel de Arica fue declarada monumento nacional como sitio de memoria. Ahora, de manera colectiva y democrática, la Organización de Mujeres, Memoria y Derechos Humanos realizó el primer encuentro regional para proyectar el uso del recinto ubicado en calle Baquedano número Uno.

Al primer ciclo de talleres dictado por la antropóloga Loreto López, llegaron el alcalde de Arica, Gerardo Espíndola, la seremi de Justicia, Camila Rivera, la seremi de las Culturas, de las Artes y del Patrimonio, Kateryn Garzón, y el jefe regional del Instituto Nacional de Derechos Humanos, Miguel Peralta, así como representantes de la sociedad civil organizada.

“Queremos trabajar con todas las organizaciones vinculadas a la temática de la defensa de los derechos humanos y a la memoria para poder aportar desde ahí”, señaló la presidenta de la Organización de Mujeres, Memoria y Derechos Humanos de Arica, Carolina Videla Osorio.

Espíndola espera que la ex cárcel de mujeres se transforme en un espacio vivo que permita tener encuentros comunitarios para la reflexión y la formación cultural. “En estos desafíos tenemos que trabajar para generar una gobernanza que nos permita aprovechar al máximo este lugar, como un punto de trabajo para evitar que vuelvan a ocurrir violaciones a los derechos humanos que ocurrieron en Chile”, afirmó.

En total sintonía con el alcalde de Arica, Videla señaló que “la memoria no es algo estático, es algo que nos está moviendo siempre. Por lo tanto, esto tiene que plasmarse en expresiones, que pensamos deberían ser expresiones artísticas. Como lo hacen las arpilleras que relatan la historia en sus trabajos, como también ocurre en una canción o como en un poema”. 

Al término del taller efectuado en la casa Crispieri, la presidenta de la Organización de Mujeres, Memoria y Derechos Humanos, dijo que el objetivo de estos encuentros es sacar algo concreto que permita definir si la ex cárcel de Arica se va transformar en un museo de la memoria regional o en un espacio de actividades artísticas culturales con enfoque en pedagogía en derechos humanos.