El reciente informe del Fondo Monetario Internacional (FMI) presenta un panorama poco alentador para Bolivia. Según las proyecciones del organismo, la inflación alcanzará el 15,8% en 2025, mientras que el crecimiento económico será limitado, con un aumento del PIB de apenas 1,1% este año y 0,9% en 2026.
Estas cifras encienden las alarmas sobre la estabilidad económica del país altiplánico. De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) de Bolivia, hasta marzo de 2025 la inflación acumulada alcanzó el 5%, lo que refuerza las preocupaciones sobre el rumbo de la economía boliviana en el corto y mediano plazo.
En su informe Perspectivas de la Economía Mundial publicado esta semana, el FMI señala que, si bien la economía mundial mostró indicios de estabilización a principios de 2024 tras un período de “shocks sin precedentes”, los recientes acontecimientos, como la imposición de aranceles por parte de Estados Unidos, han aumentado la incertidumbre a niveles sin precedentes.
El informe destaca que la economía mundial está en una “coyuntura crítica”. Tras un período en el que la inflación mostró un descenso gradual desde máximos de varias décadas, y los mercados laborales se normalizaron, el crecimiento global rondó el 3% en los últimos años. Sin embargo, el organismo advierte que “importantes cambios de política” están generando incertidumbre y poniendo a prueba la resiliencia de la economía global.
El informe también incluye proyecciones específicas para Bolivia, que apuntan a un crecimiento económico lento y una inflación elevada en los próximos años. El país enfrenta una ralentización económica similar a la de otras economías emergentes en América Latina. Además, experimenta una desaceleración en el consumo y la inversión privada, agravada por el bajo dinamismo del sector externo.
En este contexto, el organismo proyecta un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) real de 1,1% para Bolivia este 2025 y de 0,9% en 2026. Lo más grave es que se espera que la inflación aumente significativamente hasta un 15,1% este año y trepe al 15,8% en 2026.
El informe del FMI advierte que muchos países de ingreso medio, como Bolivia, tienen un espacio fiscal limitado tras los esfuerzos por mitigar los efectos de la pandemia y los altos precios de energía y alimentos. Bolivia, que mantuvo subsidios amplios, enfrenta el desafío de sostener el gasto social sin deteriorar su estabilidad macroeconómica.